Con nuestra web mucho más allá de darte a conocer nuestros Yorkis,
pretendemos darte toda la información sobre la raza del Yorkshire Terrier y ayudarte a entenderla desde la etapa de cachorros.

El Yorkshire Terrier nace a mediados del siglo XIX en el norte de Inglaterra, siendo fruto de una rigurosa selección genética con base a individuos totalmente heterogéneos, por tanto no es una raza producto de la selección de castas o troncos ya existentes. Este fantástico resultado del proyecto de crear una raza, con el glamur, porte y lleno de la chispa de los Terrier, que hoy conocemos se lo debemos a aquellos criadores.

El oscurantismo que rodea a la aparición del Yorkshire Terrier como raza es debida  principalmente al mutismo de los primeros criadores en los cruces empleados y sobre todo al no existir suficiente documentación sobre ellos. A finales del siglo XVIII en 1.785, se suceden una serie de cambios en la estructura social debido a la Revolución Industrial, iniciada en Inglaterra y posteriormente extendida al resto de Europa. En Gran Bretaña se manifiesta principalmente en la Industria Textil, concretamente en el Condado de Yorkshire, donde se trasladan y emigran numerosas personas de zonas más pobres de Inglaterra y sobre todo Escocia. El Condado de Yorkshire es el lugar de origen de esta raza, de ahí adopto finalmente su nombre, pero debemos tener en cuenta que aquellos ejemplares empleados en sus cruces iniciales, provenían de las regiones septentrionales de Gran Bretaña.
 

Cabe mencionar un poco esta ciudad remitiéndonos a los orígenes de los Terrier. “York” (antiguamente Eboracum), ciudad del condado del Norte de Yorkshire, en la parte septentrional de Inglaterra, donde confluyen los ríos Ouse y Foss. En el siglo I D.C. el lugar estuvo ocupado por los romanos, que le dieron el nombre de Eboracum y la convirtieron en uno de los puestos militares más importantes de la Inglaterra romana. Aquí murieron los emperadores romanos Lucio Séptimo Severo y Constancio I, y Constantino I fue proclamado en el año 306, Emperador. En el siglo VII, la ciudad se erigió en capital del reino anglo de orthumbria. Hacia el 625, York fue nombrada Sede Episcopal, y, hacia el siglo VIII, fue un célebre centro de enseñanza. Conquistada por los vikingos en el 867, se convirtió más tarde en un estado vasallo de los sajones occidentales. En la Edad Media, York era un próspero puerto y ciudad mercantil; su famoso ciclo de autos sacramentales, está fechado en este periodo. En 1.644, durante la Guerra Civil inglesa, York se rindió ante los parlamentarios tras la Batalla de la cercana Marston Moor. El declive económico, causado por la decadencia del comercio de lana, se detuvo en el siglo XIX, cuando York comenzó a desarrollarse como un importante centro ferroviario. El nombre de la ciudad es una derivación de la palabra de la lengua danesa antigua Yorvick. En las minas de carbón se utilizaba para cazar ratones un pequeño perro de orejas erguidas llamado “Black And Tan Terrier”, hoy llamado “English Toy Terrier”, esta raza sostienen diversos estudiosos de los orígenes que podría haberse empleado en la creación del Yorkshire Terrier. Pero es en la industria textil, donde se describe que los trabajadores empleaban un pequeño animal de pelo largo para la caza de ratones y ratas, que producían grandes pérdidas en las balas de lana, siendo favorable para el crecimiento del pelo de estos ejemplares, la lanolina de estas industrias.

A las clases inferiores en Inglaterra no se les permitía poseer perros cazadores, solo se les autorizaba tener perros pequeños, que se utilizaban principalmente para matar ratas y otras alimañas, como el Waterside Terrier, ha sido descrito como: “un perro pequeño de pelaje largo, generalmente de color gris azulado, con un peso entre 3 y 9 kg., pero que habitualmente estaba en torno a los 4,5 kgs”, este fue cruzado frecuentemente con el Manchester Terrier, de capa sedosa negra y tostada o azul y tostada, que pesaba unos 2,5 kg. y era un excepcional cazador de roedores.
 

Sus orígenes no están del todo claros, ya que lo que se sabe son por las recapitulaciones de las historias que han pasado de boca a boca, entre los criadores, aficionados y amantes de la raza. 
 

Existen distintas hipótesis sobre el origen de la raza, unas apuntan a lo incierto, que debido probablemente a que los obreros del norte de Inglaterra que lo desarrollaron evitaron divulgar el secreto de su éxito, para impedir que otros pudieran enriquecerse creando un tipo similar, manteniendo, que era probable que los escoceses que solían acudir a las industrias de lana de Yorkshire llevaran consigo diversos tipos de Terrier, entre ellos el Syke Terrier, Clydesdale Terrier y el Paisley Terrier.